LECTURAS RÁPIDAS

¿Eres de los que detestan ir al médico y la sola mención del hospital te produce nerviosismo? Pues bien, a muchos de nosotros nos desagradan y nos producen ansiedad los hospitales en algún momento de nuestra vida, pero si el miedo se agrava, podría tratarse de una fobia.

Conocido como nosocomofobia, el miedo a los hospitales es bastante común según los psiquiatras. También conocido como «síndrome de la bata blanca», los pacientes que padecen Nosocomefobia experimentan un repentino aumento de la presión arterial en el momento en que entran en el hospital.

En algunos casos, la nosocomofobia aparece junto con otros miedos como la tomofobia (miedo a las cirugías), la farmacofobia (miedo a los medicamentos) y la iatrofobia (miedo a encontrarse con un médico). Si sufre de nosocomofobia, siga leyendo para saber cómo superar este síndrome.

Cree en tu médico:

Confiar en tu médico, en sus habilidades y seguir los consejos médicos prescritos te ayudará a reducir los niveles de ansiedad. Ser consciente de que está bajo el cuidado de un «médico capacitado» le ayudará a tomar el control de la situación. En lugar de sentirse ansioso, reafirmaría la confianza y la gratitud hacia el médico, el personal paramédico y las demás personas que trabajan en el hospital.

Decídase:

Convencerse a sí mismo es uno de los pasos cruciales para superar la ansiedad en el hospital. Conozca lo que necesita su cuerpo y comprenda cómo podría ayudarle un médico en el tratamiento de la enfermedad. Crea que los hospitales son el lugar para recuperarse plenamente, escuche a las enfermeras y al resto del personal. Coopere con los médicos y el resto del personal, coma los alimentos prescritos y tome las medicinas a tiempo.

Conozca lo que le aqueja:

Hable con su médico o lea sobre el problema de salud que le preocupa. Informarse sobre la enfermedad, la línea de tratamiento, la medicación, el proceso de rehabilitación podría calmarle y relajarle. Sin embargo, leer en Internet puede tener sus efectos adversos. No busque historias negativas, sepa que el cuerpo humano tiene la capacidad de curarse por sí mismo y este sentimiento es auto-asegurador.

Busque ayuda:

Si está constantemente preocupado por visitar el hospital y trata de evitar las visitas, hable con sus seres queridos al respecto. Pruebe la meditación o los ejercicios de respiración, ya que alivian las preocupaciones al instante. Coma sano, pase tiempo de calidad con sus seres queridos, lea buenos libros, dedíquese a pasatiempos creativos e intente ser productivo para alejar esos pensamientos innecesarios sobre las visitas al médico.

Organícese:

Si va a ingresar en un hospital para someterse a una operación, haga planes para una recuperación más rápida. Empaque sus libros favoritos, películas, pañuelos, crema hidratante y otros elementos esenciales habituales para sentirse como en casa. Esto le ayudará a alejar su atención de la cirugía y de la ansiedad asociada a ella.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.