La eliminación de la leche de vaca, el queso y el yogur ha sido anunciada como la respuesta a la mayoría de las cosas, desde reducir el acné hasta ayudar a perder peso.
Y aunque algunas personas se decantan por eliminar los lácteos por razones éticas, si sus preocupaciones están relacionadas con la salud, ¿la ciencia está a favor de decir «adiós» a los antiguos semidesnatados?
Suprimir los lácteos: qué le hace exactamente a tu cuerpo
El bombo y platillo de los productos lácteos
Los productos lácteos han sido vilipendiados durante mucho tiempo por su contenido en grasa y por la percepción de que pueden provocar hinchazón; además, el auge del veganismo ha hecho que más personas abandonen los lácteos.
La realidad tras el abandono de los lácteos
En primer lugar, si estás evitando los lácteos para perder peso, no te molestes. Las investigaciones apuntan a la leche, el yogur e incluso el queso como ayudas para perder peso, gracias a que los lácteos están cargados de grasas saciantes, proteínas y nutrientes como la vitamina D y el calcio, todos ellos cruciales para quemar el exceso de grasa.
Un estudio publicado en la revista International Journal Of Obesity descubrió que quienes comían una mayor cantidad de lácteos como parte de una dieta restringida en calorías perdían una media de 1,6 libras más de sus reservas de grasa que quienes seguían una dieta similar con menos lácteos.
Pero también se trata de beneficios para la salud. Al dejar de lado los semidesnatados por completo, podrías estar perdiendo nutrientes vitales.
Un estudio realizado en 2017 por la Organización Mundial de la Salud descubrió que los bebedores de leche alternativa podrían correr el riesgo de padecer una deficiencia de yodo, una causa fácilmente prevenible de daños cerebrales (las verduras de mar son una buena fuente si te quedas corto).
En cuanto a otras cuestiones, la lucha puede ser real.
Aunque sólo una pequeña fracción de los adultos son realmente alérgicos a los lácteos, muchos más experimentan dolor e hinchazón al digerir los productos lácteos. Investigaciones recientes han revelado que una proteína inflamatoria y de hinchazón llamada beta-caseína A1 es tan probable como la lactosa para ser el culpable.
Felizmente, la Leche a2, que contiene la beta-caseína A2, más fácil de digerir, puede reducir los síntomas, y está disponible en Ocado (1,39 libras por 1L).
O simplemente evita la hinchazón con variedades de frutos secos o de soja.
Ahora que conoces el impacto de la eliminación de los lácteos en tu cuerpo, echa un vistazo a lo que necesitas saber sobre los problemas de tiroides.