Hay una nueva tendencia picante para dar sabor a su anuncio nupcial: los piercings en el anillo de compromiso, que seguramente escandalizarán a sus abuelos y a los miembros más conservadores de la familia.

«¿Qué diablos es un piercing en el anillo de compromiso?», te estarás preguntando. Respuesta: exactamente lo que parece: una piedra preciosa alojada en el centro del dedo anular, adherida a la piel en lugar de a una banda de metal.

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Por supuesto, los dedos tachonados no tienen por qué limitarse a la institución del matrimonio o a las declaraciones de amor mutuo. Los piercings en los dedos son para cualquier ocasión, pero según Refinery29, están ganando adeptos como sustitutos de los anillos de compromiso más tradicionales.

Aunque puedan parecer algo sorprendentes, no son más que los típicos piercings dérmicos -o, piercings de un solo punto que se unen directamente en la piel, en lugar de a través de una parte específica del cuerpo.

El perforador utiliza un punzón dérmico para hacer un agujero en la epidermis, e inserta un ancla en la capa de piel que hay debajo (la dermis). La parte superior enjoyada encaja en el ancla, un diamante que brota de la piel como una verruga brillante.

La doctora Michele Farber, dermatóloga de Schweiger Dermatology en Nueva York, ve algunos problemas importantes en esta tendencia. Un piercing de compromiso podría implicar una piedra más grande de lo que es típico para esta parte del cuerpo, dijo, lo cual es especialmente precario en una zona que se frota mucho.

«Existe un riesgo mucho mayor de que se produzcan cicatrices, de que se forme un granuloma de cuerpo extraño, o un tejido de granulación grueso alrededor de esa zona», dice.

También es más fácil que el cálculo se mueva o se extraiga cuando está situado en la parte superior del dedo, donde la piel (también conocida como dermis) es fina. «El dedo tiene muchos músculos y nervios que son más superficiales», señala Farber. «Si está en la dermis, está bien, pero si está más profundo, está golpeando un montón de estructuras vitales».

Otras zonas del cuerpo tienen capas más gruesas de grasa debajo de la piel, lo que podría evitar que un piercing golpee el músculo o el hueso. Pero con un dedo, explica Farber, «hay menos margen de maniobra», y un piercing dérmico mal ejecutado puede suponer un daño muscular o nervioso, una perspectiva especialmente incómoda, teniendo en cuenta que las manos son partes del cuerpo de mucho uso.

Eso también significa que un piercing dérmico en un dedo está expuesto a muchos golpes, roces e irritaciones accidentales. Un piercing de anillo de compromiso puede ser más propenso a engancharse en el pelo, en la ropa o en otros objetos. Y teniendo en cuenta todas las cosas que los dedos hacen en un día -en el baño, alrededor de su oficina sucia, en la cocina, en el transporte público- tiene sentido que un piercing en el dedo también podría ser más sujeto a la infección que un piercing situado en, por ejemplo, la espalda o el pecho.

Para los más comprometidos, el cuidado posterior será crucial y difícil, ya que los nuevos piercings no están hechos para ser enjabonados. Un piercing de anillo de compromiso tardará más de un mes en curarse, dice Farber. En ese tiempo, «asegúrate de cubrirlo adecuadamente para que sane antes de sacarlo de su sitio», y evita los jabones secantes.

Los remojos dos veces al día -ya sea en agua tibia y sal marina o en agua tibia y vinagre- son los mejores para la limpieza, y puedes pasar un antiséptico alrededor de la zona para evitar la acumulación de tejido de granulación.

Sin embargo, lo más importante a la hora de hacerse un piercing en el anillo de compromiso es saber quién va a colocar la piedra. «Con cualquier cosa que sea nueva, investiga», insta Farber. «Asegúrate de saber en qué te estás metiendo y en qué manos estás». Busca a alguien que tenga experiencia y habilidad en esta colocación en particular. Al fin y al cabo, está pensada para durar siempre.