Mexicolore


¿Qué era exactamente un ‘calpulli’?

Imagen 1: Ilustración del profesor Michael E Smith de un recinto rural noble (A) comparado con la casa de un plebeyo (B) (Haga clic en la imagen para ampliarla)

¡Buena pregunta, Stanly!
Calpulli en náhuatl significa ‘casa grande’ o ‘grupo de casas’. Una unidad importante -aunque misteriosa- de la organización social mexica, ha sido definida de diversas maneras como barrio, distrito, clan, tribu, pueblo, comunidad, parroquia, barrio de la aldea, cooperativa agrícola, «grupo de familias que vivían cerca unas de otras», «grupo de hogares que formaban un pequeño barrio y tenían obligaciones tributarias comunes»… El verdadero significado y el funcionamiento interno de la comunidad son objeto de numerosas discusiones e incertidumbres. De lo único que podemos estar seguros es de que TODOS los ciudadanos aztecas/mexicanos se identificaban con su calpulli local (a veces escrito calpolli). Como bloque de construcción de la sociedad azteca, sobrevivió hasta bien entrado el período colonial.

Imagen 2: Representación de los 6 calpullis que residían en la mítica patria azteca de Aztlán (izquierda); detalle de la edición dibujada a mano del Códice Boturini, pl. 1 (Haga clic en la imagen para ampliarla)

Parte del problema proviene del papel y el tamaño cambiantes de los calpulli en la evolución del mundo azteca. Los relatos de la migración mexica hablan y muestran (véase la imagen 2) a las 6 (a veces más) tribus originales de Aztlán como «calpulli», y los estudiosos han pintado tradicionalmente una imagen de éstos como «clanes» igualitarios, basados en el parentesco y el territorio, dirigidos por poderosos jefes masculinos a la cabeza de consejos de ancianos. Cuando se fundó Tenochtitlan, el número de calpullis había aumentado a 20, repartidos entre los 4 campanos o barrios sagrados de la ciudad. Sin embargo, en la época de la conquista española, existían diferencias entre los calpullis rurales y los urbanos, y el papel del consejo de ancianos se había reducido a un papel principalmente ceremonial, terminando, en palabras de Warwick Bray, como poco más que «un engranaje menor en una máquina administrativa», ya que el poder se había centralizado fuertemente en manos del gobierno imperial.

Pic 3: La «ronda constante de actividades» de los consejos de ancianos de los calpulli puede haber resultado «crucial para la orquestación del glamour de la identidad local» (Haga clic en la imagen para ampliarla)

Más recientemente, los estudiosos han expresado dudas sobre cuán fuerte era el principio de parentesco/descendencia entre los mexicas -en algunos calpultin (plural de calpulli) se descubrió que la tierra no se transmitía automáticamente a la siguiente generación-, lo que llevó a algunos a abandonar la idea de estas agrupaciones como «clanes». En las zonas rurales, los calpultin eran en general menos poderosos que sus homólogos urbanos, y a menudo se extendían por amplias zonas geográficas y estaban sometidos al poder semifeudal de los señores nobles (véase la imagen 1): variaban enormemente, desde pequeñas agrupaciones de sólo 10-20 hogares (junto con las tierras que se les asignaban) hasta unidades mucho más grandes; Michael Smith encontró un calpulli en Molotlan que constaba de «128 hogares, divididos en 9 barrios que iban de 1 a 32 hogares en cada uno».
Los calpultin urbanos, por el contrario, estaban más unidos, a menudo agrupados y basados en ocupaciones comunes (como los comerciantes) o especialidades artesanales como los plumeros, organizados, como los de Amantlan mencionados en el Códice Florentino (ver imagen 4) en gremios.

Imagen 4: Artesanos de la pluma de Amantlan; Libro IX del Códice Florentino (Haga clic en la imagen para ampliarla)

En general, sin embargo, hay ciertos rasgos comunes del calpultin (particularmente urbano) que se mantuvieron bastante constantes:-
– cada uno era responsable de su propio mantenimiento (barrer las calles, dragar los canales, limpiar el templo…)
– cada uno poseía su propio templo local (y un conjunto de rituales asociados) y una escuela de jóvenes plebeyos/guerreros
– cada uno tenía su propio conjunto de obligaciones para con la ciudad, constituía un centro de recaudación de impuestos locales y proporcionaba la base para una única unidad del ejército de guerreros entrenados localmente
– cada uno estaba gobernado por un consejo de ancianos, cada uno estaba gobernado por un consejo de ancianos, normalmente con un jefe elegido que arbitraba las disputas, ofrecía hospitalidad y mantenía mapas que mostraban las tierras de cada familia
– cada uno estaba sujeto a un único tecuhtli (señor) local, encargado de proporcionar y administrar la distribución de la tierra al vecindario.
– dentro de cada calpulli, las familias se agrupaban en unidades de 20, combinándose para formar unidades mayores de 100 hogares.

Pic 5: Cada calpulli proporcionaba a las familias y a los individuos una fuente única de orgullo; estatuilla, Museo Anahuacalli Diego Rivera, Ciudad de México (Haga clic en la imagen para ampliarla)

Aunque la importancia del calpulli puede haber disminuido un poco a medida que crecía el poder imperial de Tenochtitlan, no hay duda de que siguió proporcionando un foco clave de orgullo e identidad entre la ciudadanía mexica. Esto se refleja en el papel cambiante del consejo de ancianos del calpulli: por muy simbólico que haya llegado a ser -sobre todo bajo Moctezuma II-, en palabras de Inga Clendinnen ‘sospecho que su constante ronda de actividades -dar la bienvenida a la nueva cosecha de infantes en el calpulli del templo local, «bendecir» las fiestas, sancionar los matrimonios, honrar a los guerreros que regresaban y cantar sus triunfos- era crucial para orquestar el glamour de la identidad local.
¡Buena suerte con tu novela, Stanly!

Fuentes recomendadas:-
– The Aztecs (2nd. edn.) by Michael E. Smith, Blackwell Publishing, 2003
– Aztecs por Inga Clendinnen, Cambridge University Press, 1991
– The Aztec Arrangement por Rudolph van Zantwijk, University of Oklahoma Press, 1985
– Handbook to Life in the Aztec World por Manuel Aguilar-Moreno, Facts on File, 2006
– Everyday Life of the Aztecs por Warwick Bray, Dorset Press, 1968
– Ancient Mexico & Central America por Susan Toby Evans, Thames & Hudson, 2004
Fuentes de imágenes:-
– Imágenes del Códice Florentino escaneadas de nuestro propio ejemplar de la edición facsímil del Códice Florentino del Club Internacional del Libro, Madrid, 1994
– Foto 1: ilustración cortesía de Michael E. Smith
– Foto 2: edición facsímil dibujada a mano del Códice Boturini, colección privada
– Fotos de figurillas en el Museo Anahuacalli, Ciudad de México, por Ian Mursell/Mexicolore

Lea sobre los calpulli en el artículo de la profesora Camilla Townsend sobre las mujeres aztecas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.