Sin embargo, las ranas de madera han desarrollado formas de congelarse hasta ocho meses cada año. Han logrado lo que parecería ser un milagro biológico. ¿Cómo lo consiguen?

Al principio del invierno, el hielo llena rápidamente la cavidad abdominal de la rana de madera y envuelve los órganos internos. Se forman cristales de hielo entre las capas de piel y músculo. Los ojos se vuelven blancos porque el cristalino se congela.

Al mismo tiempo, el hígado de la rana de madera produce grandes cantidades de glucosa que fluye hacia todas las células de su cuerpo. Esta solución azucarada en forma de jarabe impide que las células se congelen y une las moléculas de agua del interior de las células para evitar la deshidratación.

Así que, por un lado, el cuerpo de la rana de madera permite que se forme hielo alrededor del exterior de las células y los órganos; y por otro, impide que se forme hielo en el interior de las células, evitando así los daños letales que sufren la mayoría de los animales cuando se congelan.

¿Qué aspecto tiene una rana de madera en hibernación? No hay movimiento muscular. No hay latidos del corazón. No respira. Durante todo el invierno, la rana de madera es como un trozo de piedra dura, gélida y helada tallada en forma de rana. Pero está viva, en un estado de animación suspendida.

En primavera, la rana de madera se descongela desde dentro hacia fuera. Primero el corazón comienza a latir. Luego el cerebro se activa. Finalmente, las patas se mueven.

Nadie entiende todavía qué es lo que pone en marcha el corazón de la rana del bosque después de haber estado congelada e inerte durante todo el invierno boreal. Una vez que la rana se ha descongelado por completo, se dirige a través de los bosques para encontrar un estanque de cría u otra agua adecuada.

La rana de madera no sufre ningún daño por condiciones que serían fatales para casi todos los demás animales.