Los investigadores inscribieron a 3749 residentes de la ciudad de Watari que se habían sometido a un examen de salud anual en 2017 y recopilaron información sobre sus niveles de presión arterial y nicturia mediante cuestionarios.

Los datos mostraron que levantarse por la noche para orinar se asoció con un 40 por ciento más de probabilidades de tener presión arterial alta, y el riesgo de hipertensión aumentó significativamente a medida que aumentó el número de eventos de nicturia por noche.

El Dr. Konno dice que los resultados no prueban una relación causal entre la nicturia y la hipertensión, y pueden no aplicarse a las personas que viven fuera de Japón. «La relación puede estar influida por diversos factores, como el estilo de vida, el consumo de sal, el origen étnico y los antecedentes genéticos», explica el investigador.

«La hipertensión es una enfermedad nacional en Japón. El consumo medio de sal en Japón es de aproximadamente 10 gramos al día, lo que supone más del doble del consumo medio de sal en todo el mundo (4 gramos al día). Esta ingesta excesiva de sal está relacionada con nuestra preferencia por el marisco y los alimentos a base de salsa de soja, por lo que la restricción de la sal es difícil de llevar a cabo», afirma el Dr. Mutsuo Harada, coordinador de prensa de la conferencia.

El Dr. Harada añade que la detección y el tratamiento tempranos de la hipertensión son cruciales para prevenir las enfermedades cardíacas. Es importante investigar y comprender la causa de la nicturia en los pacientes, ya que este trastorno no sólo puede ser consecuencia de problemas en los órganos urinarios, sino que también puede estar causado por enfermedades como la hipertensión.

La profesora y presidenta de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) Barbara Casadei señala: «Más de mil millones de personas padecen hipertensión arterial, en todo el mundo. La hipertensión es la principal causa mundial de muerte prematura, y fue responsable de casi 10 millones de muertes en 2015. Las directrices de la ESC recomiendan la medicación para reducir el riesgo de ictus y enfermedades cardíacas»

«También se aconseja un estilo de vida saludable, que incluya la restricción de sal, la moderación del alcohol, la alimentación sana, el ejercicio regular, el control del peso y el abandono del tabaco»

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