La UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales) es una unidad de cuidados integrales en la que permanecen los bebés con problemas de salud graves o que han nacido prematuramente para recibir cuidados individualizados antes de ser dados de alta del hospital. Las razones para ingresar en la UCIN varían en función de cada bebé y no todas las afecciones son iguales.

En la UCIN hay una gran variedad de equipos para ayudar a la salud de los bebés, pero las incubadoras son uno de los recursos más valiosos para ayudarles a sobrevivir. Una incubadora es una cama de plástico que ayuda a proporcionar calor al bebé. Las incubadoras son transparentes y tienen pequeños agujeros en los laterales donde se puede tocar al bebé.

¿Qué hace que las incubadoras sean tan especiales? El Dr. Jeffrey George, director médico de neonatología del Advocate Children’s Hospital de Park Ridge (Illinois), habla de la importancia de las incubadoras para los bebés de la UCIN.

«Los recién nacidos, especialmente cuando nacen prematuramente, son propensos a la hipotermia porque tienen dificultades para regular su propia temperatura corporal y sus cuerpos no tienen mucha grasa subcutánea para protegerlos del ambiente frío.»

Añade que la hipotermia puede dar lugar a complicaciones perjudiciales, como la falta de oxígeno en los tejidos, la hipoglucemia, la dificultad para respirar, la pérdida excesiva de calorías y la alteración del crecimiento.

En un estudio de 2009 de la revista de Medicina Perinatal, los investigadores señalan que los recién nacidos y los bebés en estado crítico corren más riesgo de sufrir problemas relacionados con la temperatura; a menudo no pueden contener tanto calor debido a su pequeño peso y su escasa grasa.

«Las incubadoras garantizan que la temperatura del bebé se mantenga en el rango óptimo, evitando así la hipotermia y cualquiera de sus complicaciones potencialmente dañinas. Las características únicas de control de la temperatura de la incubadora permiten que el profesional sanitario controle la temperatura del bebé manualmente o mediante ajustes automáticos basados en los cambios de temperatura del bebé», dice el Dr. George.

Además, una incubadora proporciona humedad, lo que a su vez ayuda a los bebés a mantener la integridad de la piel, dice. Pero las incubadoras no sólo ayudan a mantener la temperatura del bebé. El Dr. George explica que son extremadamente importantes para el cuidado general porque crean una combinación de «entorno controlado e ideal» para la observación y el fácil acceso, además de promover el crecimiento y el desarrollo.

El ruido en la UCIN también desempeña un papel importante con los bebés en las incubadoras. Los dispositivos ayudan a silenciar los sonidos excesivos, como los monitores y equipos ruidosos, además de la conmoción. Estos factores pueden provocar un aumento de las interrupciones del sueño, subidas de la tensión arterial y estrés innecesario, explica el estudio. Por lo tanto, las incubadoras ayudan a proteger este ruido adicional, lo que permite a los bebés seguir desarrollándose.

¿Otro beneficio? Las incubadoras favorecen la exposición de los bebés a la luz adicional, dice el Dr. George. A veces, la iluminación brillante de la UCIN puede afectar negativamente a los cuerpos sensibles y frágiles de los bebés. Las incubadoras reducen la exposición directa de los bebés a la luz utilizando a menudo «cubiertas de incubadora» para evitar que esta iluminación adicional genere tensión.

Lo más importante es que «las incubadoras han sido realmente un avance médico tecnológico que ha ayudado a salvar la vida de muchos bebés prematuros», subraya el Dr. George.

El Hospital Advocate Good Samaritan ha inaugurado recientemente su UCIN de nivel III de última generación, que ofrece el máximo nivel de atención a los bebés prematuros y en estado crítico. La unidad es seis veces mayor que antes, lo que permite atender hasta a 24 recién nacidos. Las instalaciones cuentan con neonatólogos, enfermeras, terapeutas y personal especialmente formados, así como con la última tecnología y monitorización neonatal. Hay diez habitaciones privadas, una sala de aislamiento y alojamiento para los padres, que incluye una sala de estar familiar, una cocina y una sala de lactancia.

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