«El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo». -Sir Winston Churchill

Sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Pero mira, la realidad es que si tomas decisiones y pruebas cosas diferentes, siempre hay una posibilidad de fracaso. Puedes decidir que vas a empezar un negocio y ¿adivina qué? No funciona. Puede que decidas presentar un nuevo podcast o escribir un libro, y que sea una bomba. Nadie presta atención.

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Pues, por desgracia, para la mayoría de la gente que intenta algo y fracasa, ese fracaso en realidad refuerza sus sentimientos de arrepentimiento. Piensan: «Nunca debería haber hecho esto. ¿Por qué lo he intentado? ¿Cómo puedo ser tan estúpido? Refuerza sus inseguridades y miedos. Vuelven a la rutina. Se vuelven negativos. Puede que no vuelvan a intentar nada.

Creo que el mayor obstáculo para el éxito de la mayoría de la gente es que nunca hacen nada. Simplemente existen y van por la vida y nunca se arriesgan ni hacen nada diferente. Van de un día para otro y simplemente existen en la vida porque han fracasado en el pasado y tienen miedo de volver a intentarlo, o porque están demasiado asustados para arriesgarse en primer lugar.

Las personas más exitosas del mundo sólo lo son después de tantos fracasos; te preguntas cómo han podido seguir adelante. Si realmente estudias sus fracasos, piensas: ¿Cómo pudieron sobrevivir a eso?

Cuando miras la vida de Abraham Lincoln hasta el momento en que se convirtió en presidente de los Estados Unidos, hay una larga lista de fracasos. También hay éxitos en esa lista, pero los fracasos son una gran parte de su historia. Desempeñaron un papel importante para convertirlo en el hombre que fue, el líder que fue.

Ulysses S. Grant, que ganó la Guerra Civil, fracasó en gran parte de su vida hasta que se convirtió en el general que ganó la guerra. Fue un fracasado agente inmobiliario, agricultor y soldado. Tuvo un trabajo de poca monta en la tienda de curtidos de su padre. Esta no era la imagen de un héroe nacional, ¿de acuerdo? Pero cuando ganó la guerra, todo el mundo comenzó a pensar en él como un éxito. ¿Y si se hubiera rendido en esa tienda de cuero? ¿Y si hubiera creído lo que todos los vecinos decían de él: que era un fracasado sin remedio y que debía conformarse con ese trabajo servil para su padre? ¿Dónde estaríamos ahora?

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Hay innumerables héroes, grandes hombres y mujeres cuyas vidas son en realidad una larga serie de fracasos hasta que lograron un éxito que los hizo famosos. Los libros se escriben sobre sus éxitos, pero si los estudias, sus vidas están llenas de fracasos.

La parte más difícil del fracaso es seguir adelante después. Pero es tu capacidad para seguir adelante con el fracaso lo que te permite tener éxito.

Las personas que se empeñan en sus éxitos pasados o en sus fracasos pasados tienen una cosa en común: ambas viven en el pasado.

La mejor manera de afrontar el fracaso es pasar a lo que sigue. Una de las grandes herramientas que necesitas en la vida es una actitud de qué es lo siguiente.

• ¿Cuál es la siguiente aventura?
• ¿Cuál es la siguiente cosa que vamos a hacer?
• ¿Cuál es el próximo viaje que voy a hacer?
• ¿Cuál es el próximo negocio?
• ¿Cuál es el próximo proyecto que voy a crear?

Las personas que se detienen en sus éxitos pasados o en sus fracasos pasados tienen una cosa en común: ambas viven en el pasado. Tienes que centrarte en el futuro. Tienes que centrarte en el futuro. Tienes que pensar: «Es otro día y me voy a levantar y voy a ir a por ello».

La mejor manera de afrontar el fracaso es centrarse en lo que viene. Avanzar, trazar un nuevo camino y entusiasmarse con lo que viene.

Dos de las grandes emociones de la vida son la emoción o el entusiasmo. Es fácil decaer, cuando tu actitud es que nada funciona y la vida es terrible. Mantén la ilusión y el entusiasmo por el futuro y por dónde vas.

¿Cómo lo haces? Habla de lo siguiente. Escríbelo. Compártela con personas que puedan ayudarte a ilusionarte. Colócalo en tu espejo todos los días, si eso es lo tuyo. Pero asegúrate de situar tus pensamientos en el siguiente objetivo, en el siguiente viaje, y deja de darle vueltas a ese último fracaso en tu mente.

Tienes el control de tus pensamientos. Tanto si has tenido un gran éxito como si has tenido un gran fracaso, tienes que centrar esos pensamientos en lo que viene, en lo que te depara el futuro. Y conducir hacia eso en lugar de mirar hacia atrás en lo que pasó.

A medida que te enfocas en lo próximo, tus acciones comenzarán a alinearse con tu nueva meta. Lo siguiente que sabrás es que ese fracaso habrá quedado muy atrás y estarás avanzando hacia tu éxito.

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