En lugar de acurrucarse en el interior bajo una cálida y acogedora manta cuando el tiempo se volvió amargo con fuertes vientos en Arlington, Washington, una fotógrafa desafió el frío glacial y lo aprovechó al máximo. Angela Kelly ve la belleza que nos rodea constantemente pero que a menudo se pasa por alto. Con los ojos de un artista y la alegría de un niño, Kelly convirtió el inocente y divertido juego de soplar burbujas en sorprendentes obras de arte:

En las primeras mañanas de un frío diciembre, Kelly y su hijo dominaron el arte de crear y capturar visualmente burbujas congeladas. Utilizando un brebaje casero que combinaba jabón para platos, agua y jarabe Karo, y con un poco de práctica, fueron capaces de soplar burbujas que se congelaron al instante, cada una con sus propios patrones y características únicas e intrincadas.

Las imágenes son realmente impresionantes, inspiradoras y simplemente divertidas. Como dice Kelly,

«¿Alguna vez somos demasiado mayores para jugar con burbujas?»