Cada prefectura tiene su propio centro para obtener el permiso de conducir y sus propios métodos de examen, y un residente de una determinada prefectura sólo puede hacer el examen de conducir en su respectiva prefectura. El índice de aprobados en los centros para obtener el permiso de conducir es abismalmente bajo, y la mayoría de los japoneses sólo aprueban en el segundo intento. Como los estudiantes tienen que hacer un total de 30 horas y sólo pueden completar un máximo de 2 horas al día, este proceso se prolonga naturalmente. Por ello, la mayoría de los japoneses acuden a las autoescuelas designadas, también conocidas como campamentos para la obtención del permiso de conducir, para obtenerlo sin tener que hacer el examen de aptitudes prácticas (con un coste muy superior, por supuesto). Sin embargo, ningún candidato está exento del examen de conocimientos escritos, ya que es un requisito previo para la sección práctica. Los aspirantes a la licencia reciben un permiso de conducir de aprendiz después de aprobarlo. Tras un intenso par de semanas en un campamento de conducción (la edad mínima de los conductores en Japón es de 18 años), tienen más o menos garantizado el permiso. La licencia japonesa también permite al titular conducir un ciclomotor, pero sólo después de certificar que ha asistido a una conferencia sobre ciclomotores.
Para los extranjeros que conviertan sus licencias, dependiendo del país del que procedas, tienes que hacer sólo el examen escrito, que supuestamente es de sentido común y fácil de aprobar, o tanto el examen escrito como el práctico. Y aquí es donde el notoriamente implacable examen de conducir asoma su fea cabeza. Si tienes suerte, puede que apruebes en el segundo intento. Absolutamente espantoso. Se dice que es una versión dramatizada de lo que ocurre en la carretera en la realidad y que el candidato realmente tiene que montar un espectáculo para que el examinador evalúe adecuadamente sus habilidades. Se exageran las acciones y a veces los sonidos, por ejemplo, hacer un sonido «Mm» cuando se comprueban los ángulos muertos, prolongar cada movimiento de la cabeza durante unos 2 segundos cuando se mira a otros coches al hacer un giro, etc. Como nota al margen, hay una extraña práctica que consiste en dejar que el siguiente candidato se siente atrás para observar el intento del anterior. Nunca había oído hablar de esta práctica en otros países, pero parece una buena manera de evitar errores.
Dicho esto, el sistema de puntos de demérito es bastante estricto. La suspensión o incluso la revocación de las licencias no son infrecuentes. Sin embargo, el sistema de méritos acumulados no está exento de ventajas: 5 años consecutivos de estar limpio hacen que el conductor obtenga un carné de oro. La nueva licencia es verde y válida durante 3 años, tras los cuales se expide una licencia azul estándar. El carné dorado es muy codiciado por su influencia e inmunidad frente a la policía de tráfico, su facilidad de renovación y los descuentos en las primas de los seguros. Contraintuitivamente, no todos los que tienen un historial limpio son buenos conductores experimentados. Por ejemplo, las amas de casa que tienen carné pero apenas conducen; no es de extrañar que estos fantasmas de la carretera tengan carnés de oro. Antes de que se introdujera la tarjeta básica de registro de residente en 2003, el carné de conducir era el único documento de identidad con fotografía que podía obtener un ciudadano japonés y de ahí que ganara mucha popularidad.
Si no puede permitirse el tiempo o el dinero para el examen de conducir en Japón o no posee un coche en el país, otra forma de eludirlo es solicitar un permiso de conducir internacional desde el lugar donde se registró el carné con una validez de 1 año. No suele costar mucho y es suficiente para alquilar coches para viajes de fin de semana. Los coches son relativamente fáciles de alquilar en Japón y son baratos. Un típico utilitario o sedán costaría unos 6000-10000 yenes al día (normalmente disponible en franjas horarias de 6 horas), y hay casi demasiadas empresas de alquiler en Internet. Uno de los servicios más famosos es Nippon Rent-a-car.
La A a la Z de tener y conducir un coche en el País del Sol Naciente