Para restablecer la capacidad de hablar en personas que han sufrido una laringectomía, los médicos del NYU Langone pueden utilizar una prótesis de voz traqueoesofágica. Esto suele proporcionar la mejor calidad de voz en comparación con otros métodos de restauración de la voz.

En el momento de la laringectomía o durante una cirugía separada, los cirujanos insertan una prótesis, un pequeño dispositivo similar a una válvula, en la parte superior de la tráquea y la conectan al esófago adyacente, el tubo muscular que transporta los alimentos desde la boca hasta el estómago.

Para hablar, la persona toma aire, cubre el estoma -una pequeña abertura creada quirúrgicamente a partir de la tráquea que conduce al exterior del cuello- con un dedo o una pequeña válvula de plástico y exhala. Esto hace que el aire fluya a través de la prótesis hacia el esófago. Este flujo de aire hace que la parte superior del esófago vibre, creando un sonido que la boca plasma en palabras. La voz producida tiene una calidad generalmente áspera y ronca.

Este método de producción de voz no puede comenzar hasta que las incisiones quirúrgicas estén bien curadas.

Los logopedas pueden ayudarle a aprender a hablar utilizando una prótesis de voz. También pueden enseñarle a cuidarla.