RevisiónColangitis aguda: Diagnóstico y manejo

La colangitis aguda es una infección de la bilis y del tracto biliar que en la mayoría de los casos es consecuencia de una obstrucción del tracto biliar. Las dos causas principales son la coledocolitiasis y la neoplasia. El diagnóstico clínico se basa en la tríada de Charcot (dolor, fiebre, ictericia), pero la insuficiente sensibilidad de esta última llevó a la introducción en 2007 de una nueva puntuación validada por las Directrices de Tokio, que incluye datos biológicos y radiológicos. En caso de sospecha clínica, la ecografía abdominal explora rápidamente la vía biliar, pero sus capacidades diagnósticas son escasas, sobre todo en caso de obstrucción no calcárea, a diferencia de la colangiopancreatografía por resonancia magnética y la ecografía endoscópica, cuyas capacidades diagnósticas son excelentes. La tomografía computarizada está más disponible, con capacidades diagnósticas intermedias. La toma de muestras bacteriológicas mediante hemocultivos (positivos en el 40% de los casos) y cultivos de bilis es esencial. Hay una gran variedad de bacterias implicadas, pero los principales patógenos que se han encontrado son Escherichia coli y Klebsiella spp., lo que justifica un tratamiento antimicrobiano de primera línea con una cefalosporina de tercera generación. La cobertura sistemática de Enterococcus spp. y de las infecciones anaerobias sigue siendo objeto de debate, y suele recomendarse, en caso de criterios de gravedad para los niveles de Enterococcus, o de anastomosis bilio-digestiva para los anaerobios. La presencia de una endoprótesis biliar es el único factor de riesgo identificado asociado a las infecciones por patógenos multirresistentes. Junto con la terapia antimicrobiana, el drenaje biliar endoscópico o radiológico es un componente de gestión crucial. A pesar de la mejora del tratamiento, la mortalidad en los casos de colangitis aguda sigue siendo de aproximadamente el 5%.

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