Si las superficies articulares no están muy dañadas, no es necesario plantearse la sustitución del codo. La cirugía suele incluir la eliminación del tejido cicatricial excesivo, la eliminación de la cápsula engrosada y no elástica, y la eliminación de todos los espolones óseos, las áreas de deformidad ósea y el hueso ectópico que se interponen en el movimiento. Los nombres técnicos que puede escuchar cuando los cirujanos de codo hablan de los detalles de la cirugía incluyen desbridamiento del codo, liberación de la contractura, artrólisis o artroplastia osteocapsular…, ¡vaya! Todos significan lo mismo: el cirujano elimina los tejidos blandos y los espolones o piezas óseas de forma segura y secuencial hasta restablecer el movimiento completo. Y aunque no lo crea, estos procedimientos se realizan muy comúnmente hoy en día de forma artroscópica: se utilizan pequeños cortes en la piel para realizar la cirugía mientras se visualiza con una cámara introducida en la articulación.

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¡Probablemente ya esté pensando en lo importante que debe ser mover el codo justo después de la cirugía para que no se vuelva a congelar! Dependiendo de la naturaleza de su cirugía, esto puede lograrse con ejercicios realizados por usted mismo, la ayuda de un fisioterapeuta, ortesis o una máquina de movimiento pasivo continuo. También es importante mantener la inflamación bajo control como se ha descrito anteriormente. En raras ocasiones, si le han extirpado mucho hueso heterotópico, puede recomendarse una dosis de radiación. Lo que sea necesario para poder volver a mover el codo!