En una reciente encuesta online, se pidió a una muestra de 1.500 hombres que identificaran las causas más comunes de la disfunción eréctil (DE). Los resultados indicaron que 1 de cada 3 hombres señalaron el uso de vaqueros ajustados y 1 de cada 10 hombres señalaron la masturbación «excesiva» como los principales culpables. ¿Es cierta la idea de que llevar pantalones ajustados o «abusar» de los genitales puede afectar a la capacidad de lograr erecciones en el futuro? No. Sencillamente, no hay ninguna investigación que sugiera que llevar pantalones o ropa interior más estrechos provoque disfunción eréctil (por cierto, la afirmación a menudo citada de que los calzoncillos ajustados perjudican la producción de esperma parece ser también exagerada). Y los científicos no han encontrado ninguna relación entre la frecuencia de la masturbación y los informes de problemas de erección. Así que hablemos de las causas reales de la disfunción eréctil y de lo que puede hacer para mantener la salud eréctil.

En primer lugar, es importante señalar que la disfunción eréctil puede ser causada por factores físicos o psicológicos. Por lo tanto, no siempre hay una condición médica subyacente; a veces la mecánica del pene funciona bien, pero el cerebro no permite que funcione. Algunas de las causas psicológicas más comunes de la disfunción eréctil son el estrés, la distracción, los conflictos en las relaciones y la ansiedad por el rendimiento. Además, los hombres que han experimentado previamente un fallo eréctil con una pareja y temen constantemente que vuelva a ocurrir pueden sentar las bases de una profecía autocumplida, que se produce cuando el problema se anticipa con tanta fuerza que acaba haciéndose realidad.

En cuanto a las causas físicas, los científicos han identificado un montón de ellas. Por un lado, la obesidad y las enfermedades crónicas asociadas a ella pueden dificultar las erecciones. En particular, la disfunción eréctil tiene una fuerte relación con las enfermedades que deterioran el flujo sanguíneo o dañan los vasos sanguíneos, como las enfermedades cardíacas y la diabetes. La disfunción eréctil también está relacionada con el uso de varios medicamentos de venta con y sin receta, como ciertos antidepresivos, medicamentos para la alergia y medicamentos para la hipertensión. Los antidepresivos de la variedad de recaptación selectiva de serotonina (ISRS), como el Prozac, son especialmente propensos a este efecto secundario sexual.

Además, el uso y el abuso de sustancias pueden causar casos de DE tanto temporales como crónicos. Por ejemplo, un episodio de borrachera puede dificultar la consecución de una erección en una situación determinada, mientras que el alcoholismo crónico puede provocar dificultades eréctiles persistentes. De hecho, en un estudio de hombres de entre 20 y 50 años que sufrían dependencia del alcohol, un tercio de ellos declararon tener síntomas de DE. El consumo de tabaco a largo plazo puede causar problemas similares, ya que el tabaquismo duplica el riesgo de sufrir dificultades de erección en el futuro.

Como puede ver, algunas de las causas más comunes de la disfunción eréctil son cosas que están bajo nuestro control, lo que significa que los hombres pueden reducir su riesgo de desarrollar problemas de erección mediante una serie de cambios en su estilo de vida. Esto significa cuidarse a sí mismo vigilando lo que se come y haciendo la cantidad adecuada de ejercicio para reducir el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes. También significa vigilar el consumo de alcohol y tabaco e informarse sobre los perfiles de efectos secundarios de los medicamentos que se toman. Por último, es importante relajarse durante las relaciones sexuales y reconocer que su cuerpo no siempre funcionará como usted desea. La mayoría de los hombres tendrán al menos una experiencia de «fracaso en el lanzamiento» durante su vida; sin embargo, ser incapaz de conseguirlo una vez no es una señal de que hay algo mal en su pene, así que evite saltar a esa conclusión si sucede.

En resumen, mantener la salud eréctil significa cuidar tanto de su mente como de su cuerpo. Tus elecciones de vestuario no podrían tener menos que ver con ello.

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