Signos y síntomas de la leucemia mieloide aguda (LMA)

La leucemia mieloide aguda (LMA) puede causar muchos signos y síntomas diferentes. Algunos son más comunes con ciertos subtipos de LMA.

Síntomas generales

Las personas con LMA suelen tener varios síntomas no específicos (generales). Estos pueden incluir:

  • Pérdida de peso
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Sudores nocturnos
  • Pérdida de apetito

Estos no son sólo síntomas de la LMA. Lo más frecuente es que estén causados por algo distinto a la leucemia.

Síntomas causados por un bajo número de células sanguíneas

Muchos de los signos y síntomas de la LMA son el resultado de una escasez de células sanguíneas normales, que se produce cuando las células de la leucemia desplazan a las células normales productoras de sangre en la médula ósea. Como resultado, las personas no tienen suficientes glóbulos rojos, blancos y plaquetas normales. Esta escasez aparece en los análisis de sangre y también puede provocar síntomas.

Síntomas de un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia)

Los glóbulos rojos transportan oxígeno a todas las células del organismo. Una escasez de glóbulos rojos puede causar:

  • Cansancio (fatiga)
  • Debilidad
  • Sentir frío
  • Sentirse mareado o aturdido
  • Dolores de cabeza
  • Piel pálida
  • .

  • Dificultad para respirar

Síntomas de un recuento bajo de glóbulos blancos

Las infecciones pueden producirse por una escasez de glóbulos blancos normales (leucopenia), en concreto, una escasez de glóbulos blancos que combaten las infecciones, llamados neutrófilos (una condición llamada neutropenia). Las personas con LMA pueden contraer infecciones que no parecen desaparecer o pueden contraer una infección tras otra. La fiebre suele acompañar a la infección.

Aunque las personas con LMA pueden tener recuentos elevados de glóbulos blancos debido a un número excesivo de células leucémicas, estas células no protegen contra las infecciones de la forma en que lo hacen los glóbulos blancos normales.

Síntomas de un recuento bajo de plaquetas

Las plaquetas normalmente ayudan a detener las hemorragias. Una escasez de plaquetas en la sangre (llamada trombocitopenia) puede provocar:

  • Las hemorragias (o pequeñas manchas rojas o moradas) en la piel
  • Sangrado excesivo
  • Sangrado nasal frecuente o grave
  • Sangrado de las encías
  • Reglas abundantes (sangrado menstrual) en mujeres

Síntomas causados por un elevado número de células leucémicas

Las células cancerosas de la LMA (llamadas blastos) son más grandes que los glóbulos blancos normales y tienen más problemas para atravesar los pequeños vasos sanguíneos. Si el recuento de blastos es muy elevado, estas células pueden obstruir los vasos sanguíneos y dificultar la llegada de los glóbulos rojos normales (y del oxígeno) a los tejidos. Esto se llama leucostasis. La leucostasis es rara, pero es una emergencia médica que debe tratarse de inmediato. Algunos de los síntomas son similares a los observados en un accidente cerebrovascular, e incluyen:

  • Dolor de cabeza
  • Debilidad en un lado del cuerpo
  • Habla borrosa
  • Confusión
  • Somnolencia

Cuando los vasos sanguíneos de los pulmones se ven afectados, las personas pueden tener dificultad para respirar. Los vasos sanguíneos del ojo también pueden verse afectados, provocando una visión borrosa o incluso la pérdida de la visión.

Problemas de sangrado y coagulación

Los pacientes con un determinado tipo de LMA llamado leucemia promielocítica aguda (LPA) pueden tener problemas de sangrado y coagulación de la sangre. Pueden tener una hemorragia nasal que no cesa, o un corte que no deja de supurar. También pueden tener la pantorrilla hinchada por un coágulo de sangre llamado trombosis venosa profunda (TVP) o dolor en el pecho y dificultad para respirar por un coágulo de sangre en el pulmón (llamado embolia pulmonar o EP).

Dolor en los huesos o en las articulaciones

Algunas personas con LMA tienen dolor en los huesos o en las articulaciones causado por la acumulación de células leucémicas en estas zonas.

Hinchazón en el abdomen

Las células leucémicas pueden acumularse en el hígado y el bazo, haciéndolos más grandes. Esto puede notarse como una plenitud o hinchazón del vientre. Las costillas inferiores suelen cubrir estos órganos, pero cuando están agrandados el médico puede palparlos.

Síntomas causados por la diseminación de la leucemia

Diseminación a la piel

Si las células leucémicas se diseminan a la piel, pueden causar bultos o manchas que pueden parecer erupciones comunes. Una acumulación de células de LMA similar a un tumor bajo la piel u otras partes del cuerpo se denomina cloroma, sarcoma granulocítico o sarcoma mieloide. En raras ocasiones, la LMA aparece primero como un cloroma, sin células leucémicas en la médula ósea.

Difusión a las encías

Ciertos tipos de LMA pueden extenderse a las encías, causando hinchazón, dolor y sangrado.

Difusión a otros órganos

Con menos frecuencia, las células leucémicas pueden extenderse a otros órganos. La propagación al cerebro y a la médula espinal puede causar síntomas como:

  • Dolores de cabeza
  • Debilidad
  • Convulsiones
  • Vómitos
  • Dificultades de equilibrio
  • Entorpecimiento facial
  • Visión borrosa

En raras ocasiones la LMA puede extenderse a los ojos, los testículos, los riñones u otros órganos.

Ampliación de los ganglios linfáticos

En raras ocasiones, la LMA puede extenderse a los ganglios linfáticos (colecciones de células inmunitarias del tamaño de un frijol en todo el cuerpo), haciéndolos más grandes. Los ganglios afectados en el cuello, la ingle, las axilas o por encima de la clavícula pueden percibirse como bultos bajo la piel.

Aunque cualquiera de los síntomas y signos anteriores pueden ser causados por la LMA, también pueden serlo por otras afecciones. Aun así, si tiene alguno de estos problemas, especialmente si no desaparecen o empeoran, es importante que acuda a un médico para que pueda encontrar la causa y tratarla, si es necesario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.