Riesgos

Los andadores para bebés pueden dar a los padres una falsa sensación de seguridad porque ofrecen una base estable. Sin embargo, dan a los bebés tanto movilidad como velocidad, lo que puede ser un combo arriesgado. Un niño en un andador puede moverse a más de un metro por segundo. Eso es lo suficientemente rápido como para resbalar por las escaleras, arrancar una taza de café caliente de la encimera o caer en una piscina antes de que usted pueda llegar a ella.

Las lesiones causadas por los andadores envían a miles de niños pequeños a los hospitales cada año. Entre 1990 y 2014, más de 230.000 niños en Estados Unidos acudieron a las salas de urgencias por lesiones relacionadas con los andadores. La mayoría eran lesiones en la cabeza y el cuello por caerse por las escaleras. Más de un tercio fueron fracturas de cráneo. También fueron frecuentes las conmociones cerebrales, las lesiones de tejidos blandos, las quemaduras y los cortes.

Las normas introducidas en 1997 pretendían hacer más seguros estos dispositivos. Ahora los andadores deben ser más anchos que una puerta estándar y deben frenar si una rueda sobrepasa el borde de un escalón. En 2010, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos (CPSC) hizo obligatorias las normas de seguridad de los andadores. Las lesiones relacionadas con los andadores disminuyeron tras estos cambios, pero los accidentes siguen ocurriendo. Más de 2.000 niños al año se lesionan con los andadores.

Los niños tienen menos probabilidades de caerse por las escaleras con los andadores más nuevos, pero también pueden volcarse o caerse. La altura adicional que proporciona un andador a los niños también hace que les resulte más fácil alcanzar objetos calientes, afilados o venenosos dejados en encimeras o estantes.

En lugar de ayudar a los bebés a aprender a caminar, estos dispositivos pueden retrasar el tiempo que les lleva ponerse de pie y caminar. Pasar demasiado tiempo en un andador no da a los niños la oportunidad de practicar su equilibrio y las demás habilidades que necesitan para caminar.