Octubre es el Mes de la Concienciación sobre el Cáncer de Mama, y durante este mes, organizaciones de todo el mundo se encargan de aumentar la concienciación sobre los factores de riesgo de esta enfermedad y de animar a las mujeres a que se sometan a revisiones periódicas.
Se calcula que cada año, sólo en Estados Unidos, mueren 400.000 mujeres de cáncer de mama. Hay muchas cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo, como mantener un peso saludable, hacer ejercicio, limitar la exposición a agentes cancerígenos y consumir una cantidad suficiente de nutrientes adecuados para potenciar la respuesta del organismo en la lucha contra la enfermedad.
Aquí hay dos suplementos con resultados respaldados por la ciencia para apoyar de forma natural la salud de los senos.
Vitamina D
Es difícil obtener suficiente cantidad de esta vitamina liposoluble a partir de fuentes alimentarias únicamente, y tomar los rayos del sol para obtener su dosis diaria de D aumenta el riesgo de cáncer de piel. Por suerte, suplementar con D es fácil y barato. Los científicos afirman que la ingesta diaria de vitamina D recomendada por los Institutos Nacionales de la Salud (600 UI/día hasta los 70 años y 800 UI/día para los mayores de 70 años) es demasiado baja si se tiene en cuenta el número de estadounidenses con carencias de vitamina D. Las investigaciones actuales sugieren que la vitamina D no sólo favorece la salud de los huesos, sino que también puede mejorar el estado de ánimo y las tasas de supervivencia al cáncer.
Un metaanálisis publicado en la revista Anticancer Research descubrió que las pacientes con cáncer de mama con niveles de vitamina D más altos tenían tasas de mortalidad más bajas que las que tenían niveles de vitamina D más bajos.
Otro estudio proyectó que el aumento de los niveles de vitamina D a 40 o 60 ng/mL evitaría unos 58.000 nuevos casos de cáncer de mama cada año, así como reduciría las tasas de mortalidad de las pacientes que ya tienen la enfermedad. Una dosis diaria de 2000 UI de vitamina D3 añadiría unos 20 ng/mL a los niveles de suero sanguíneo sin causar efectos adversos para la salud.
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Selenio
El selenio es un oligoelemento que es esencial para la síntesis del ADN, el metabolismo de la tiroides y para ayudar a proteger el cuerpo contra el daño oxidativo.
Los antioxidantes como el selenio son esenciales para la salud de la mama porque pueden proteger las células epiteliales de la mama al eliminar los radicales libres que pueden causar cáncer.
Un estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers &Prevention encontró que el número de roturas cromosómicas en las portadoras de la mutación del gen BRCA1 era similar al de las no portadoras después de 1 a 3 meses de suplemento de selenio por vía oral.
La cantidad dietética recomendada (RDA) de selenio para los adultos es de 55 microgramos. Las nueces de Brasil tienen más selenio que cualquier otro alimento, aportando más de 500 microgramos por onza. Pescados como el atún y el fletán también son una buena fuente de este mineral.
El límite superior seguro de selenio es de 400 microgramos diarios, por lo que hay que tener cuidado cuando se consumen regularmente alimentos con un alto contenido de selenio.