Tensión financiera y salud

Resumen

Uno de los resultados más fundamentales en economía de la salud es que un mayor estatus socioeconómico se asocia con mejores resultados de salud. Sin embargo, la experiencia de la presión financiera y la falta de recursos trasciende la noción de bajos ingresos y pobreza. Las familias de todas las categorías de ingresos pueden experimentar la presión financiera y la falta de recursos. Este artículo revisa la literatura que examina la relación entre la presión financiera y varios resultados de salud. Hay tres enfoques principales para la medición de la presión financiera que se encuentran en la literatura de investigación, cada uno de los cuales captura un aspecto ligeramente diferente: la posición de la deuda de la familia, la disponibilidad de fondos de emergencia y la incapacidad para cumplir con las obligaciones financieras actuales.

Hay dos hipótesis principales que explican cómo la presión financiera puede afectar a la salud. En primer lugar, la tensión financiera indica una menor cantidad de recursos financieros disponibles para los individuos y las familias. Esto puede tener un doble impacto en la salud. Por un lado, la disminución de los recursos económicos puede conducir a una reducción del consumo de sustancias nocivas para la salud, como el tabaco. Por otro lado, la disminución de los recursos económicos también puede afectar negativamente al acceso a la asistencia sanitaria, a la utilización de la misma y al cumplimiento del tratamiento, contribuyendo cada uno de ellos a un deterioro de la salud. En segundo lugar, la tensión financiera puede producir una mayor incertidumbre con respecto a la disponibilidad de recursos financieros tanto en el presente como en el futuro, lo que da lugar a un elevado estrés, que puede, a su vez, dar lugar a peores resultados de salud. El examen de la relación entre la tensión financiera y la salud es complicado porque parece ser bidireccional. No sólo se da el caso de que la tensión financiera pueda influir en la salud, sino que la salud puede influir en la tensión financiera.

La literatura de investigación encuentra sistemáticamente que la tensión financiera tiene un impacto perjudicial en una variedad de resultados de salud mental. Esta relación se ha documentado para una variedad de indicadores de tensión financiera, incluida la deuda no garantizada (no segura), la deuda hipotecaria y la incapacidad de cumplir con las obligaciones financieras actuales. La investigación sobre la asociación entre la tensión financiera y los resultados del comportamiento de salud es más ambigua. Por ejemplo, hay resultados contradictorios en cuanto a si la tensión financiera da lugar a una mayor probabilidad de obesidad. Esta investigación ha considerado varios indicadores de tensión financiera, incluyendo la deuda de las tarjetas de crédito y la incapacidad de cumplir con las obligaciones financieras actuales. Parece que tanto entre los adultos como entre los niños no hay pruebas consistentes sobre el impacto de la tensión financiera en el peso corporal. Del mismo modo, los resultados sobre el impacto de la tensión financiera en el consumo de alcohol y el abuso de sustancias son contradictorios.

Una serie de cuestiones importantes sobre la relación entre la tensión financiera y la salud siguen sin resolverse. La mayoría de los estudios existentes se centran en los resultados de salud entre los adultos. Se desconoce cómo la exposición de la familia a las tensiones económicas puede afectar a los niños. Además, se sabe muy poco sobre las implicaciones de la exposición a largo plazo a las tensiones financieras. También hay algunos retos metodológicos muy importantes en esta área de investigación relacionados con el establecimiento de la causalidad. Establecer la causalidad y aprender más sobre las implicaciones de la exposición a la tensión financiera podría tener importantes implicaciones políticas para una variedad de programas de redes de seguridad.

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