Tratamiento de los miomas uterinos sin cirugía

24 de enero de 2007- Un enfoque no quirúrgico para el tratamiento de los miomas uterinos es una alternativa razonable a la cirugía, como la histerectomía, según muestra un nuevo estudio.

Los investigadores compararon los resultados entre las mujeres que se sometieron a una intervención quirúrgica o a un tratamiento no quirúrgico, conocido como embolización uterina, para los miomas que producen síntomas como períodos menstruales dolorosos y hemorragias menstruales abundantes.

Los miomas son tumores benignos del útero.

En el lado positivo, las mujeres que optaron por la embolización tuvieron estancias hospitalarias y tiempos de recuperación mucho más cortos que las pacientes operadas. Sin embargo, también tuvieron mayores tasas de fracaso del tratamiento.

Al cabo de un año del tratamiento inicial, aproximadamente una de cada 10 pacientes sometidas a embolización requirió un segundo procedimiento de embolización o una histerectomía para tratar la hemorragia uterina continuada u otros síntomas.

Al cabo de tres años de tratamiento, una de cada cinco pacientes sometidas a embolización tuvo síntomas que requirieron tratamiento adicional.

Los resultados se publican en la edición del 25 de enero de The New England Journal of Medicine.

«Al igual que muchos otros tratamientos médicos mínimamente invasivos, la embolización uterina tiene una contrapartida», explica el investigador Jonathan G. Moss, MBChB, a WebMD.

«Si la única preocupación es el alivio de los síntomas, es difícil superar una histerectomía. Pero muchas mujeres no quieren perder el útero o tienen otras razones para no querer operarse. La embolización puede ser una opción para ellas»

En la década transcurrida desde que los radiólogos comenzaron a realizar el procedimiento en Estados Unidos, la embolización uterina se ha convertido en un tratamiento habitual para los miomas. En noviembre de 2004, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice se sometió a este tratamiento no quirúrgico.

A diferencia de la cirugía, que implica la extirpación de los miomas, la embolización hace que los miomas pasen hambre al cortar el suministro de sangre que los alimenta. La mayoría de los miomas se reducen drásticamente en seis semanas, pero el alivio de los síntomas suele producirse mucho antes.

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