Tratamiento del dolor de cuello provocado por la espondilitis anquilosante

El dolor de cuello provocado por la espondilitis anquilosante puede controlarse normalmente con tratamientos no quirúrgicos. Sin embargo, lo que funciona mejor para una persona puede no funcionar para otra. Encontrar la mejor opción de tratamiento, o una combinación de tratamientos, suele requerir algo de ensayo y error.

Tratamientos no quirúrgicos y autocuidado

Algunos tratamientos comunes y consejos de autocuidado para el dolor de cuello relacionado con la espondilitis anquilosante incluyen:

  • Fisioterapia. Un fisioterapeuta u otro profesional médico certificado puede diseñar un programa de fortalecimiento y estiramiento para ayudar a mantener la espalda y el cuello fuertes, así como flexibles. Casi todos los planes de tratamiento para la espondilitis anquilosante implican encontrar formas de mantenerse físicamente activo y hacer más ejercicio.

    Ver Fisioterapia para el alivio del dolor de cuello

  • Cambios en el estilo de vida. Dependiendo de los niveles de dolor y del estado de las articulaciones de la columna vertebral y de otras partes, puede ser necesario reducir o evitar las actividades extenuantes, como correr o levantar objetos pesados. Además, una alimentación sana (evitar los alimentos inflamatorios, como los procesados o la comida basura), así como no fumar, puede ser beneficioso para la salud de la columna vertebral y la reducción del dolor.1,2

    Ver alimentos antiinflamatorios a probar para el dolor de cuello

publicidad
  • Medicamentos. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) -como el ibuprofeno, el naproxeno y los inhibidores de la COX-2- son los medicamentos más comunes para reducir la inflamación y el dolor causados por la espondilitis anquilosante. Si los AINE no son eficaces, otra opción podrían ser los fármacos biológicos, como los inhibidores del TNF u otros. Es poco probable que los biológicos sean la primera opción porque se asocian a efectos secundarios potencialmente más graves, como un mayor riesgo de infección.

    Véase Medicamentos para el dolor de espalda y el dolor de cuello

  • Grupos de apoyo. La espondilitis anquilosante puede ser una enfermedad difícil, pero reunirse regularmente con otras personas que puedan relacionarse puede ayudar a aliviar el estrés. Los grupos de apoyo pueden reunirse a nivel local o en línea, y algunas discusiones ofrecen consejos para controlar la enfermedad.

    Visite nuestro Grupo de apoyo para el dolor de espalda y cuello

Esta no es una lista completa de tratamientos no quirúrgicos para aliviar el dolor de cuello de la espondilitis anquilosante. Existen otras muchas opciones, como la aplicación de hielo o calor, la manipulación manual y la acupuntura, entre otras.

Ver Tratamiento del dolor de cuello

Cirugía para la espondilitis anquilosante

Con los tratamientos y medicamentos modernos, es muy poco probable que la espondilitis anquilosante progrese hasta el punto de necesitar una intervención quirúrgica.1,3 Sin embargo, si la espondilitis anquilosante se ha extendido al cuello, es más probable que la cirugía se convierta en una consideración seria. Si la médula espinal o la salud del nervio espinal están en riesgo por la compresión espinal, o si se ha desarrollado una deformidad grave con la cabeza encorvada hacia delante, puede considerarse la cirugía de la columna vertebral como último recurso.

Algunas opciones quirúrgicas para la espondilitis anquilosante podrían incluir:

  • Laminectomía. Esta cirugía de descompresión espinal consiste en eliminar la lámina (arco óseo) de la parte posterior de una vértebra, liberando más espacio para la médula espinal y los nervios espinales que estaban comprimidos.

    Véase Laminectomía cervical posterior

  • Fusión espinal. Si hay una inestabilidad en la columna vertebral, la cirugía de fusión espinal tiene como objetivo fusionar dos o más vértebras adyacentes para estabilizar la columna. Para llevar a cabo la fusión, se utiliza material especializado -como alambres, tornillos, barras y jaulas- para instrumentar los niveles vertebrales implicados en la cirugía.

    Ver ACDF: Discectomía cervical anterior y fusión

  • Osteotomía espinal. Esta cirugía implica la reestructuración o eliminación de uno o más huesos de la columna vertebral para realinear la columna y/o reducir la deformidad. Esta cirugía también implica una fusión para estabilizar la columna y mantener su nueva forma, utilizando instrumentación interna.
anuncio

Estas cirugías pueden realizarse en las columnas cervical, torácica y/o lumbar. Existen variaciones de estas cirugías, y también pueden considerarse otros métodos quirúrgicos para la espondilitis anquilosante en la columna vertebral.

  • 1.Efecto de la dieta en los síntomas de la espondilitis. Sitio web de la Asociación de Espondilitis de América. Consultado el 14 de septiembre de 2017.
  • 2.Villaverde-García V, Cobo-Ibáñez T, Candelas-Rodríguez G, et al. Efecto del tabaquismo sobre el daño clínico y estructural en pacientes con espondiloartritis axial: Una revisión sistemática de la literatura. Semin Arthritis Rheum. 2017; 46(5): 569-83.
  • 3.Sitio web de la Sociedad Nacional de Espondilitis Anquilosante. Actualizado el 12 de enero de 2017. Consultado el 14 de septiembre de 2017.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.