Tubo de Falopio

Tubo de Falopio, también llamado oviducto o trompa uterina, cualquiera de un par de conductos largos y estrechos situados en la cavidad abdominal femenina humana que transportan los espermatozoides masculinos hasta el óvulo, proporcionan un entorno adecuado para la fecundación y transportan el óvulo desde el ovario, donde se produce, hasta el canal central (lumen) del útero.

Útero

Diagrama del útero.
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Sistema reproductor humano: Las trompas de Falopio
Las trompas de Falopio, o uterinas, llevan los óvulos desde los ovarios hasta la cavidad del útero. Cada una se abre en la cavidad abdominal cerca de un ovario…

Cada trompa de Falopio tiene una longitud de 10-13 cm (4-5 pulgadas) y un diámetro de 0,5-1,2 cm (0,2-0,6 pulgadas). El canal de la trompa está revestido por una capa de membrana mucosa que tiene muchos pliegues y papilas -pequeñas proyecciones de tejido en forma de cono-. Sobre la membrana mucosa hay tres capas de tejido muscular; la capa más interna tiene fibras dispuestas en espiral, la capa intermedia tiene fibras circulares y la vaina más externa tiene fibras longitudinales que terminan en muchas ramificaciones en forma de dedos (fimbrias) cerca de los ovarios, formando un depósito en forma de embudo llamado infundíbulo. El infundíbulo atrapa y canaliza los óvulos liberados; es la amplia porción distal (más externa) de cada trompa de Falopio. Las terminaciones de las fimbrias se extienden por el ovario; se contraen cerca de la superficie del ovario durante la ovulación para guiar al óvulo libre. Del infundíbulo parte la larga porción central de la trompa de Falopio llamada ampolla. El istmo es una pequeña región, de sólo unos 2 cm, que conecta la ampolla y el infundíbulo con el útero. La última región de la trompa de Falopio, conocida como la parte intramural o uterina, se encuentra en la parte superior (fondo) del útero; es un tubo estrecho que se continúa con el istmo, y conduce a través de la gruesa pared uterina a la cavidad uterina, donde los óvulos fecundados normalmente se adhieren y se desarrollan. El canal del conducto intramural es la parte más estrecha de la trompa de Falopio.

La membrana mucosa que recubre la trompa de Falopio emite secreciones que ayudan a transportar el esperma y el óvulo y a mantenerlos vivos. Los principales componentes del líquido son el calcio, el sodio, el cloro, la glucosa (un azúcar), las proteínas, los bicarbonatos y el ácido láctico. Los bicarbonatos y el ácido láctico son vitales para que los espermatozoides utilicen el oxígeno, y también ayudan al óvulo a desarrollarse una vez fecundado. La glucosa es un nutriente para el óvulo y los espermatozoides, mientras que el resto de sustancias químicas proporcionan un entorno adecuado para que se produzca la fecundación.

Además de las células que segregan fluidos, la membrana mucosa contiene células que tienen finas estructuras en forma de pelo llamadas cilios; los cilios ayudan a mover el óvulo y los espermatozoides a través de las trompas de Falopio. Los espermatozoides depositados en el tracto reproductor femenino suelen llegar al infundíbulo en pocas horas. El óvulo, fecundado o no, tarda de tres a cuatro días en llegar a la cavidad uterina. Los movimientos oscilantes de los cilios y las contracciones musculares rítmicas (ondas peristálticas) de la pared de la trompa de Falopio trabajan juntos mientras se mueve el óvulo o el esperma.

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Las anomalías o daños en las trompas de Falopio pueden afectar la fertilidad de la mujer. Si las trompas están bloqueadas o dañadas, por ejemplo, los espermatozoides no pueden llegar al óvulo, o el óvulo fecundado puede verse impedido de viajar al útero. Las anomalías en la anatomía y el funcionamiento de las trompas de Falopio tienen varias causas, como la infección pélvica (por ejemplo, la enfermedad inflamatoria pélvica), la endometriosis y los defectos congénitos.

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