Anoche fui al centro de la ciudad vecina con mi familia mientras todos tomaban helado. Por si os lo preguntáis, me salté la parte del helado 🙂
No os preocupéis, sigo siendo humano, como helado, pero tengo una misión, y eso requerirá hacer lo que otros no hacen. Esta vez, gané la batalla de los helados.
De camino a casa, a mitad de camino, mi mujer me dejó a un lado de la carretera para que pudiera correr el resto del camino. Estaba encendido e incluso un poco decepcionado conmigo mismo. Sentía que estaba perdiendo algo de mi dureza, mi ventaja mental y, en general, que me estaba volviendo demasiado cómodo con la vida y el levantamiento de pesas.
Así que le dije a mi mujer que se detuviera y me dejara ……
Este no era el típico trote hasta casa y dar por terminado el día.
En cambio, este fue un brutal entrenamiento de sprint mezclado con varios ejercicios de calistenia y saltos.
Primero, tuve que correr los primeros minutos en una pendiente constante. Corrí en lugar de trotar, pero no esprinté a fondo. Luego caminé la distancia de 2 o 3 casas, me dejé caer y realicé 10 flexiones.
Después de las flexiones, comenzó de nuevo la carrera dura, esta vez, a través del bosque detrás de mi antigua escuela primaria, saltando por encima de arbustos, árboles caídos, en el lado de una colina y, finalmente, esprintando a través del estacionamiento de la escuela primaria donde solía ir a la escuela.
Salté y me agarré al aro de baloncesto y realicé 5 flexiones.
Después esprinté a través del terreno hasta el patio de recreo en el que solía entrenar a mis atletas. Había mesas de picnic preparadas para hacer flexiones y un conjunto de barras de mono para mis jalones.
Realicé 2 rondas del siguiente circuito de entrenamiento en el parque infantil:
1A) press militar en la mesa de picnic x 10
1B) flexiones de barbilla x 10
1C) extensiones de tríceps de peso corporal con las manos en la escalera x 10
1D) sprint x 300 ft.
Caminé por el estacionamiento hasta la parte inferior de mi desarrollo. Ahora la carrera cuesta arriba estaba a punto de comenzar. El camino de vuelta a casa era una subida constante.
Esprinté la distancia de unas cuantas casas, me dejé caer para hacer 10 flexiones, caminé unas cuantas casas y seguí repitiendo. Esto sumaba un total de 70 u 80 flexiones a estas alturas.
Si veía una boca de incendios la saltaba.
Si veía un muro al lado de un camino de entrada lo saltaba.
Cuando llegué a mi casa sólo habían pasado 20 minutos desde el inicio de mi carrera. Me refresqué despertando hasta la parte superior de la calle (4 longitudes de casa) y golpeando 50 flexiones consecutivas.
Volví a bajar y me duché mezclando agua caliente y fría (duchas de contraste) para ayudar a la recuperación.
Hacía tiempo que no salía a correr y me sentí muy bien.
Desgraciadamente, este NO era el tipo de carreras que hacía cuando luchaba, pero me gustaría haber entrenado así durante mis días de lucha.
En su lugar, corrí 4 – 5 millas cada dos noches. Sí, mi ritmo era rápido y agresivo en ese entonces, pero, los intervalos mezclados con la calistenia es un método superior para el entrenamiento de la Lucha Libre e incluso para aquellos que buscan entrenar a la media y conseguir la magra.
Este entrenamiento fue diferente. Fue todo lo contrario a lo que estoy acostumbrado a entrenar normalmente.
A veces necesitas hacer algo completamente diferente. En vez de un ambiente ruidoso, ir a un lugar tranquilo, en vez de un entrenamiento largo, hacerlo súper corto, en vez de intenso, ir ligero y fácil, en vez de pesos libres, usar sólo el peso del cuerpo.
Es hora de salir y entrenar en la naturaleza.
Aquellos que pasen a la acción SABRÁN lo que quiero decir.
Vive El Código 365,
–Z–
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