Un nuevo estudio desvela por qué puede fallar un medicamento común para la presión arterial

Cada año se recetan en todo el mundo más de 120 millones de tiazidas, un grupo de medicamentos para reducir la sal que se utilizan para tratar la hipertensión. Estos fármacos suelen funcionar muy bien y durante décadas han salvado cientos de miles de vidas.

Pero en algunos pacientes, las tiazidas no son eficaces; en otros, reducen la presión arterial durante un tiempo y luego dejan de funcionar. Las razones de esto han seguido siendo un misterio. Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UM SOM) ha revelado un mecanismo clave para este fracaso.

El doctor Paul Welling, profesor de fisiología de la facultad, y su becario posdoctoral, el doctor P. Rick Grimm, descubrieron los genes y las vías específicas que utilizan los riñones para compensar la actividad de las tiazidas. El trabajo se ha publicado en el último número de la revista Journal of Clinical Investigation. La investigación se realizó en colaboración con científicos de la Universidad de Vanderbilt y la Universidad de Emory.

«Es la primera vez que comprendemos realmente cómo funciona este proceso», dijo el doctor Welling, experto en el equilibrio de potasio y sodio, la enfermedad renal y la hipertensión. «Es como si el riñón supiera que está perdiendo demasiada sal y activara mecanismos para retenerla de otras maneras».

Las tiazidas actúan inhibiendo el movimiento de la sal a través del riñón, haciendo que los riñones expulsen sal y agua. La sal suele elevar la presión arterial al aumentar la cantidad de agua en el sistema vascular; con el tiempo, este líquido ejerce presión sobre el corazón y los vasos sanguíneos, y puede causar hipertensión. El riñón contrarresta el efecto de los fármacos reteniendo más sal, lo que mantiene la presión arterial alta.

El Dr. Welling y sus colaboradores estudiaron un modelo animal que fue modificado genéticamente para inhibir la retención de sal, imitando el efecto de las tiazidas. Utilizando una sofisticada tecnología para rastrear los cambios genéticos en estos animales, descubrieron que casi 400 genes clave cambian su actividad para ayudar a regular la forma en que los riñones manejan la sal. Una vez activados, estos genes trabajaban juntos, actuando en tres vías diferentes relacionadas con la retención de sal. En resumen, estos genes aumentaron la capacidad del cuerpo para retener la sal, lo que arroja luz sobre cómo el sistema puede reaccionar a las tiazidas. La interacción de estos genes y vías no se había dilucidado antes en detalle.

El nuevo trabajo tiene importantes implicaciones y revela nuevas posibilidades para los pacientes con hipertensión arterial. El Dr. Welling afirma que ahora puede ser posible comenzar a desarrollar fármacos que afecten a los mecanismos a través de los cuales el organismo contrarresta las tiazidas. Estos fármacos podrían llegar a utilizarse junto con las tiazidas, o podrían utilizarse por sí solos.

Además, los investigadores han identificado una molécula que aumenta en la orina cuando el riñón está trabajando para contrarrestar las tiazidas. El Dr. Welling y sus colegas están investigando ahora la posibilidad de utilizar esta molécula como «biomarcador», lo que permitiría a los médicos detectar rápida y fácilmente cuándo las tiazidas no funcionan, o han dejado de funcionar, en un paciente concreto.

«Este nuevo trabajo del Dr. Welling es un poderoso ejemplo de los fuertes vínculos entre la investigación básica y los resultados clínicos», dijo el decano E. Albert Reece, MD, PhD, MBA, que también es el vicepresidente de Asuntos Médicos de la Universidad de Maryland, y el John Z. y Akiko K. Bowers Profesor Distinguido y Decano de la Facultad de Medicina. «Ahora que sabemos más sobre estas vías y procesos novedosos, podemos empezar a encontrar nuevas formas de ayudar a los pacientes con hipertensión arterial»

La investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Institutos Nacionales de Salud.

Acerca de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland

La Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland se fundó en 1807 y es la primera facultad de medicina pública de los Estados Unidos y sigue siendo hoy un líder innovador en la aceleración de la innovación y el descubrimiento en medicina. La Facultad de Medicina es la escuela fundadora de la Universidad de Maryland y forma parte del Sistema Universitario de Maryland, compuesto por 11 campus. Situada en el campus de Baltimore de la Universidad de Maryland, la Facultad de Medicina colabora estrechamente con el Centro Médico y el Sistema Médico de la Universidad de Maryland para ofrecer una formación académica y clínica intensiva en investigación. Con 43 departamentos, centros e institutos académicos y un cuerpo docente de más de 3.000 médicos e investigadores, además de más de 400 millones de dólares de financiación externa, la Facultad está considerada como una de las principales instituciones de investigación biomédica de los Estados Unidos, con un cuerpo docente y programas de primer nivel en cáncer, ciencia del cerebro, cirugía y trasplantes, traumatología y medicina de urgencias, desarrollo de vacunas y genómica humana, entre otros centros de excelencia. La Escuela no sólo se ocupa de la salud de los ciudadanos de Maryland y de la nación, sino que también tiene una presencia global, con instalaciones de investigación y tratamiento en más de 35 países de todo el mundo.

medschool.umaryland.edu/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.