Visión de la fisiopatología de la angina de pecho estable

La aterosclerosis es una enfermedad crónica que representa principalmente una respuesta inflamatoria en los vasos. La isquemia miocárdica manifestada por la angina de pecho puede ser aguda o crónica y suele ser el resultado de un desequilibrio entre el suministro de oxígeno al miocardio y su demanda. La angina crónica estable es un malestar torácico atribuido a la isquemia miocárdica sin presencia de necrosis y es el síntoma más común que encuentran los médicos de urgencias. Cada vez hay más datos que demuestran que la disfunción endotelial se considera en la actualidad un importante acontecimiento temprano en el desarrollo de la aterosclerosis, mientras que en ausencia de enfermedad coronaria angiográfica obstructiva, el dolor torácico anginoso suele atribuirse a una disfunción coronaria microvascular. Además, la formación de ateromas y, a su vez, de placas ateroscleróticas parece afectar al flujo coronario, dado que en los pacientes con síndrome coronario crónico se observan obstrucciones multivaso que limitan el flujo. Los cambios morfológicos de las arterias enfermas relacionados con la aterosclerosis significativa, como la remodelación vascular, también pueden provocar angina estable o claudicación. Sin embargo, no se han dilucidado del todo varias cuestiones relativas a la comprensión de la fisiopatología del síndrome coronario crónico.

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