Los pezones varían en forma, tamaño y presentación de una mujer a otra y, en algunas mujeres, de izquierda a derecha. Algunos pezones sobresalen del nivel de la areola (ver imagen inferior derecha). Los pezones planos están al nivel de la areola. Los pezones invertidos (véase la imagen inferior izquierda) no sobresalen del nivel de la areola, sino que se retraen hacia dentro. Algunos pezones severamente invertidos están completamente metidos hacia adentro mientras que otros pueden ser extraídos con succión, como con un sacaleches o una jeringa.

La preparación del pezón (incluso para las madres con pezones invertidos o planos) no es necesaria. Todos los pezones tienden a volverse más flexibles durante el embarazo, por lo que no hay que preocuparse demasiado antes de la gestación o en las primeras fases del establecimiento de la lactancia. Hay que tener en cuenta que los bebés no se alimentan del pezón, sino del pecho. Consultar el artículo sobre el plan de lactancia de este sitio web puede ayudar a que la lactancia materna comience de la mejor manera posible.

Para las madres con pezones invertidos o planos, es más probable que el bebé se acople y se alimente bien si se acostumbra a la lactancia materna desde muy pronto. Es conveniente evitar las tetinas y chupetes de biberón poco después del nacimiento, ya que su forma es muy diferente a la de un pezón invertido o plano. Si los suplementos son necesarios por razones médicas, una taza o una jeringa pueden ser mejores opciones. Si es posible, evita los medicamentos durante el parto para que el bebé tenga más probabilidades de nacer completamente alerta, con sus reflejos innatos relacionados con la alimentación intactos, para las primeras tomas. Durante los primeros días (cuando se produce el calostro, antes de que llegue la leche materna) los pechos de la madre están blandos, lo que puede facilitar el agarre de algunos bebés. Si los pechos se llenan o se congestionan, al bebé le puede resultar más difícil adherirse. Una pequeña extracción manual o un ablandamiento por presión inversa pueden ayudar a ablandar la zona que rodea el pezón, facilitando el agarre del bebé.

A la madre le puede resultar útil intentar sacar un pezón plano o invertido antes de las tomas, ya sea manualmente o con un sacaleches. Otra estrategia que algunas madres consideran que ayuda a que el pezón sobresalga más es el tacto o la aplicación de una compresa fría. El porcentaje de éxito varía de una madre a otra y pronto descubrirá si esto le funciona.

Si el bebé sigue teniendo problemas de apego una vez que ha subido la leche materna, un protector de pezón puede ser útil.

Tenga la seguridad de que muchas madres que tienen dificultades para amamantar debido a los problemas anatómicos de la primera vez suelen encontrar que las cosas son más fáciles la segunda o tercera vez.

Como dijo una madre: «Mi consejo para las mujeres con pezones invertidos es que pueden amamantar a sus hijos. No diré que será fácil, pero con el apoyo, la información y el equipo adecuados, podéis hacerlo y valdrá la pena cada minuto».

Referencia

Brodribb W (ed), 2019, Breastfeeding Management in Australia. 5th edn. Australian Breastfeeding Association, Melbourne.

Lactancia materna: Breast and Nipple Care (Cuidado de las mamas y los pezones) le indica qué puede esperar a medida que sus mamas cambian durante el embarazo y cubre brevemente cómo funciona la lactancia. También contiene información sobre los problemas más comunes de los pechos y los pezones, cómo tratarlos y cómo prevenirlos.