El canibalismo es un mundo desconocido, y nos gustaría que siguiera siendo así. Mientras que los ficticios como Hannibal Lecter nos parecen interesantes, los reales como Jeffery Dahmer nos aterran. La idea de comer carne humana es un concepto que no podemos entender.

Pero más aterrador que la idea de que nosotros comamos carne es la idea de que nuestra carne sea comida. Podríamos estar caminando al lado de un caníbal sin saberlo. La gente en Japón de hecho lo hizo durante mucho tiempo, aunque al menos sabían a quién tenían cerca. Issei Sagawa es un conocido asesino y caníbal, pero lo más aterrador de todo es su libertad.

En las calles de París, 1981

El japonés fue alumno de la Sorbona entre 1977 y 1981, estudiando literatura. Pero, sin que los parisinos lo supieran, la población de su ciudad acababa de crecer en un caníbal. Mucho antes de trasladarse a Francia, Sagawa ya experimentaba con el canibalismo, ya que se interesó por él desde muy joven. Incluso fue acusado en Japón de intento de violación de una mujer en cuya casa irrumpió, pero su verdadera intención era comérsela.

En los años anteriores a su ataque a su compañera Renee Hartevelt, Sagawa intentó asesinar a varias otras mujeres, la mayoría prostitutas. Pero nunca apretó el gatillo, alegando que sus dedos se congelaban cada vez. Así que no es una gran sorpresa que cuando acabó disparando con éxito a Hartevelt en su apartamento, Sagawa se desmayara.

Después de volver en sí, Sagawa procedió a violar el cadáver de Hartevelt, y comenzó a comer varias partes de su cuerpo. Empezando por su cara y sus pechos, Sagawa también tomó fotos de su cuerpo entre cada etapa de la comida, y cortó el resto de ella tanto para guardarla como para deshacerse de ella. Pero cuando Sagawa intentó arrojar el cuerpo de Hartevelt al río, la policía lo sorprendió en el acto y lo arrestó inmediatamente.

¿Cómo es que Sagawa es un hombre libre?

Si necesitas un caso que demuestre que la gente rica puede librarse de cualquier crimen, lo tenemos cubierto. Sagawa fue arrestado y retenido durante dos años en una prisión francesa a la espera de su juicio. Pero su padre pagó un buen dinero por un abogado, que consiguió liberarlo gracias a declararlo legalmente loco. Aunque no fue juzgado, Sagawa siguió encerrado en una institución mental por orden del juez.

Pero lo que realmente decantó el caso a favor de Sagawa fue la visita del escritor Inuhiko Yomota, que entrevistó a Sagawa y consiguió que su historia se publicara en Japón con el título In the Fog. El libro convirtió a Sagawa en una celebridad infame en Japón, lo que llevó a Francia a deportarlo a su país de origen. Por supuesto, fue reexaminado y declarado cuerdo por los funcionarios japoneses, y como se retiraron los cargos en Francia, quedó libre.

¿Sagawa recibió al menos alguna forma de karma?

Afortunadamente, sí. Aunque fue orador y autor durante un tiempo en los 90, a principios de los 2000 la gente no quería saber nada de él. No podía conseguir un trabajo, nadie publicaba sus libros y ni siquiera podía asistir a los funerales de sus padres. En una entrevista con Vice en 2011, Sagawa dijo que intentar ganarse la vida siendo un conocido caníbal y asesino era un terrible castigo.

Aunque, por supuesto, nunca desearíamos el mal a nadie, nos alegramos de saber que Sagawa está ahora permanentemente incapacitado y no puede causar más daño gracias a un derrame cerebral que sufrió en 2013. Nos sentimos mal por su hermano, no solo por ser pariente suyo sino por tener que cuidar de él a tiempo completo.