Gestión del dinero como pareja recién casada

¿Cómo va a gestionar el dinero como pareja recién casada? Un aspecto práctico que deben discutir, preferiblemente antes de decir «sí, quiero», es cuál será su estilo de dinero en el futuro. Si bien es cierto que, en general, casarse tiene sentido desde el punto de vista financiero, ¿cómo puede hacer que tenga sentido -y centavos- para usted?

Hay tres formas principales en que las parejas gestionan sus finanzas: por separado, conjuntamente o con una combinación de cuentas separadas y conjuntas. A continuación, le ofrecemos algunos consejos que le ayudarán a determinar qué estrategias funcionarán mejor para ambos, junto con los pros y los contras de cada sistema.

Consejos clave

  • La honestidad sobre el dinero es esencial para la confianza en un matrimonio.
  • Las parejas pueden gestionar su dinero con cuentas separadas, con una cuenta conjunta o con una combinación de ambas.
  • Las cuentas separadas ayudan a evitar discusiones, pero requieren más planificación y puede que se pierda la mejor forma de gestionar el dinero de la familia.
  • Una cuenta conjunta hace que el presupuesto sea más sencillo, pero puede dar lugar a más conflictos si los hábitos de gasto de la pareja no coinciden.
  • Combinar una cuenta conjunta con una cuenta corriente privada para cada uno de los cónyuges permite hacer un seguimiento de los gastos y crea menos conflictos monetarios.

El dinero puede ser uno de los temas más difíciles para las parejas. Pero no importa lo incómodo que se sienta, las dos palabras más importantes que hay que recordar sobre el matrimonio y el dinero son: Nunca mientas. Así como la honestidad es crucial para el éxito de cualquier relación, la honestidad es esencial en cualquier discusión sobre el dinero. Mentir sobre las finanzas a un cónyuge daña la confianza y, en última instancia, puede llevar al tribunal de divorcio. No caiga en la tentación.

Cómo gestionar el dinero como pareja recién casada con cuentas separadas

Mantener cuentas separadas puede ser un punto de partida cómodo para muchas parejas, especialmente cuando están acostumbradas a gestionar sus propias finanzas y todavía no tienen muchos gastos compartidos. Cuando las parejas se mudan juntas, es probable que haya al menos alguna diferencia de ingresos, por no hablar de las deudas que se pueden aportar a la relación. Un sistema de contabilidad separado puede ayudar a aclarar las disparidades de ingresos, las deudas y los posibles conflictos de personalidad entre el que gasta y el que ahorra.

A pesar de la autonomía, las cuentas separadas significan en realidad más comunicación, sobre quién será responsable de pagar qué. Algunas parejas deciden dividir los gastos por la mitad, mientras que otras se sienten más cómodas pagando proporcionalmente según lo que ganan. Una hoja de cálculo compartida puede ser la forma más fácil de hacer un seguimiento de los gastos, o puede ser preferible utilizar una tarjeta de crédito conjunta.

Seguirán teniendo que presupuestar los gastos del hogar y discutir los objetivos de ahorro y jubilación a largo plazo. Aun así, las cuentas separadas le proporcionan más libertad para gestionar su dinero con autonomía.

  • Pros: Cada uno es responsable de sus propios hábitos de gasto y del pago de cualquier deuda que haya traído al matrimonio. Siempre que ambos estén contentos con la forma en que han acordado dividir las facturas compartidas, este método de gestión del dinero es el más «justo» y es menos probable que discutan por los hábitos de gasto de su cónyuge.
  • Contras: Llevar la cuenta de quién debe a quién y qué es mucho trabajo cada mes. Este método de gestión financiera se vuelve más difícil si los niños entran en la mezcla o si uno de ustedes quiere cambiar de carrera o volver a la escuela. Si ambos están ahorrando para la jubilación o para objetivos basados en sus propios ingresos, puede que no estén optimizando sus inversiones.
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Con una cuenta conjunta

En términos de simplificación de su estilo de gestión como pareja, esta opción es probablemente la más fácil, aunque hay algunos puntos finos a considerar. Nadie tiene que determinar los niveles de pago de los ingresos relativos, no hay que actualizar una hoja de cálculo cada mes y todos los gastos de los niños se pagan con la cuenta familiar. Los presupuestos se pueden seguir fácilmente en una hoja de cálculo o en un software de presupuestación que está disponible en línea o a través de aplicaciones para teléfonos inteligentes, y la simplicidad hará que el seguimiento de los gastos sea fácil.

  • Pros: Es más fácil hacer un seguimiento del presupuesto y de los gastos, además de que no hay una división mensual de los recursos y no es necesario hacer cambios financieros a medida que la familia crece.
  • Contras: Juzgar los hábitos de gasto de tu pareja puede provocar resentimientos, especialmente si uno de los miembros gana más que el otro. También puede ser difícil mantener en secreto los regalos sorpresa.

Con cuentas separadas y conjuntas

Tener cuentas separadas y conjuntas puede ser complicado, pero también puede ser la mejor solución para algunas parejas. La idea de este método es que todos los ingresos vayan a una o varias cuentas conjuntas, y que todos los ahorros, las deudas y la jubilación se gestionen conjuntamente. Además, cada individuo tiene una cuenta corriente privada a la que se transfiere una cantidad fija cada mes.

Este «fondo personal» puede gastarse en cualquier deseo o necesidad que tengan que no sea un gasto conjunto, o en regalos para su cónyuge. De este modo, su cónyuge nunca podrá juzgarle por comprar unos zapatos de 400 dólares o unos auriculares de alta gama, siempre que los pague con su propia cuenta. La cantidad que se destina a las cuentas personales cada mes debe discutirse y acordarse para evitar conflictos.

  • Pros: Tienes la facilidad de seguimiento que obtienes con las cuentas conjuntas, y no tienes que lidiar con las disparidades de ingresos mientras pagas las cuentas. Cada uno tiene la libertad de comprar lo que quiera sin tener que discutirlo con su pareja, pero también trabajan juntos hacia los objetivos conjuntos y la jubilación.
  • Contras: Este método es sencillo de seguir, pero requiere abrir y gestionar varias cuentas bancarias. Tener una cantidad depositada en su cuenta personal cada mes puede sentirse como un subsidio, que podría frotar algunas personas de la manera incorrecta.

Consejos adicionales para todas las parejas

Independientemente de cómo usted decide administrar su dinero, también debe tener en cuenta muchas cosas al planificar su vida juntos.

Cada hogar tiene que decidir quién paga por lo que. Sin embargo, a diferencia de sus experiencias anteriores con compañeros de piso, es probable que en su matrimonio no quieran mantener separados los artículos de la despensa. También tiene interés en pagar las facturas a tiempo para preservar su crédito.

Un cónyuge no es sólo un compañero de piso; tienen que calcular la logística y planificar como una familia para compartir objetivos y una excelente calificación crediticia.

Aunque no es la parte más romántica de irse a vivir juntos, los recién casados tienen que hablar de la logística del hogar: quién paga cada factura, cómo se van a reembolsar mutuamente y cómo van a trabajar para conseguir objetivos comunes. Planee sentarse y discutir esta logística para asegurarse de que ambos entienden y están de acuerdo con el plan y que todas sus bases están cubiertas.

Una vez que se haya decidido quién pagará qué facturas, automatice los pagos, para que nunca se retrase y su cónyuge nunca tenga que preocuparse. Y sigue hablando de tus finanzas con regularidad. En cuestiones de dinero, la claridad es primordial.

Los recién casados también deben hablar de la jubilación y de los objetivos a largo plazo, como la compra de una casa o las vacaciones soñadas. Asegúrese de que ambos contribuyen a las cuentas de jubilación y establezca un sistema automatizado para facilitar el ahorro para esos objetivos a largo plazo ahora.

El resultado final

No hay una manera correcta de gestionar sus finanzas como una nueva pareja, pero con la comunicación, la confianza y un poco de planificación, usted y su cónyuge pueden tener un matrimonio libre de conflictos sobre el dinero. Si tiene dificultades para elaborar un plan conjunto que les satisfaga a ambos, busque el consejo profesional de un asesor financiero.

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