¿Qué es una fobia?
Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.
¿A quiénes afectan las fobias?
Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.
¿Qué causa las fobias?
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias pueden simplemente producirse en personas que son propensas a tenerlas.
¿Cuáles son los principales tipos de fobias?
Fobia específica
¿Qué es la fobia específica?
La fobia específica es un miedo extremo a un objeto o situación que normalmente no es dañino.
Los ejemplos pueden incluir un miedo a:
- Volar (miedo a que el avión se estrelle)
- Perros (miedo a que el perro muerda o ataque)
- Lugares cerrados (miedo a quedar atrapado)
- Túneles (miedo a un derrumbe)
- Alturas (miedo a caer)
¿Cuáles son las características de la fobia específica?
Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere con las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.
No se conoce ninguna causa, aunque parecen ser hereditarias. También se dan con algo más de frecuencia en las mujeres. Si el objeto del miedo es fácil de evitar, las personas con fobias pueden no buscar tratamiento. A veces, sin embargo, pueden tomar importantes decisiones profesionales o personales para evitar una situación que incluya la fuente de la fobia.
Tratamiento de la fobia específica
Cuando las fobias interfieren en la vida de una persona, el tratamiento puede ayudar. Para las fobias específicas, se aconseja la terapia cognitivo-conductual (TCC) con tratamiento de exposición. En la terapia de exposición, las personas se exponen gradualmente a lo que les asusta hasta que el miedo empieza a desaparecer. Los ejercicios de relajación y respiración también ayudan a aliviar los síntomas.
Fobia social
¿Qué es la fobia social?
La fobia social es un trastorno de ansiedad en el que una persona tiene una ansiedad y un malestar significativos relacionados con el miedo a ser avergonzado, humillado o despreciado por los demás en situaciones sociales o de actuación. Incluso cuando consiguen enfrentarse a este miedo, las personas con fobia social suelen:
- Sentirse muy ansiosos antes del evento o salida
- Sentirse intensamente incómodos durante todo el evento o salida
- Tener sentimientos desagradables persistentes después del evento o salida
La fobia social suele cursar con lo siguiente:
- Hablar en público
- Conocer gente
- Tratar con figuras de autoridad
- Comer en público
- Usar baños públicos
¿Cuáles son las características de la fobia social?
Aunque a menudo se piensa en este trastorno como timidez, no son lo mismo. Las personas tímidas pueden sentirse muy incómodas con los demás, pero no tienen la ansiedad extrema al anticiparse a una situación social. Además, no evitan necesariamente las circunstancias que les hacen sentirse cohibidos. Por el contrario, las personas con fobia social no son necesariamente tímidas en absoluto, sino que pueden estar completamente a gusto con algunas personas la mayor parte del tiempo.
La mayoría de las personas con fobia social tratarán de evitar las situaciones que les causen angustia.
Diagnóstico de la fobia social
La fobia social se diagnostica cuando el miedo o la evitación interfiere significativamente con lo normal, las rutinas, o es excesivamente molesto.
La fobia social interrumpe la vida normal, interfiriendo con la carrera o las relaciones sociales. Suele ser hereditaria y puede darse junto con la depresión o el alcoholismo. La fobia social suele comenzar en los primeros años de la adolescencia o incluso antes.
Tratamiento de la fobia social
Las personas con fobia social suelen encontrar alivio cuando son tratadas con terapia cognitivo-conductual, medicamentos o una mezcla de ambos.
Agorafobia
¿Qué es la agorafobia?
La agorafobia consiste en el miedo a tener un ataque de pánico en un lugar o situación del que puede ser difícil o embarazoso escapar.
La ansiedad de la agorafobia es tan grave que los ataques de pánico no son inusuales. Las personas con agorafobia suelen intentar evitar el lugar o la causa de su miedo. La agorafobia implica el miedo a situaciones como las siguientes:
- Estar solo fuera de su casa
- Estar solo en casa
- Estar en una multitud
- Viajar en un vehículo
- Estar en un ascensor o en un puente
Las personas con agorafobia suelen evitar los lugares concurridos como las calles, las tiendas abarrotadas, las iglesias y los teatros.
¿Cuáles son las características de la agorafobia?
La mayoría de las personas con agorafobia la padecen tras sufrir primero una serie de ataques de pánico. Los ataques se producen de forma aleatoria y sin previo aviso, y hacen que la persona no pueda predecir lo que va a desencadenar la reacción. Esta imprevisibilidad del pánico hace que la persona se anticipe a futuros ataques de pánico y, con el tiempo, tema cualquier situación en la que pueda producirse un ataque. Como resultado, evitan ir a cualquier lugar o situación en la que se hayan producido ataques de pánico anteriores.
Las personas que padecen el trastorno a menudo quedan tan incapacitadas que literalmente sienten que no pueden salir de sus casas. Otras personas que padecen agorafobia, sí van a situaciones potencialmente «fóbicas», pero sólo con gran angustia, o cuando están acompañadas por un amigo o familiar de confianza.
Las personas con agorafobia también pueden tener depresión, fatiga, tensión, problemas de abuso de alcohol o drogas y trastornos obsesivos, lo que hace que el tratamiento sea crucial.